Historia
Desde inicios del siglo XX, don Pancho y doña Carmen, humildes y trabajadores campesinos escazuceños, amaban la tierra y la cultivaban para poder subsistir. Así nos enseñaron a todos nosotros, quienes somos su descendencia, el valor del trabajo, la unión familiar y lo mucho que debíamos apreciar el pueblo que nos vio nacer: Escazú.
Hoy, la Familia Badilla Castro a través de sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos, con orgullo celebramos los valores de Don Pancho y Doña Carmen, y les honramos con la creación de un sitio único, sitio de paz y armonía ubicado en una de esas tierras que tanto ellos trabajaron.